Pantanos de Villa. Resumen de caso.
Los Pantanos de Villa, ubicados en Lima, Perú, fueron declarados como Zona Reservada en 1989 para la conservación de su flora y fauna silvestre. En 1997, este ecosistema fue reconocido como un sitio Ramsar debido a su importancia internacional como humedal. Actualmente, Los Pantanos de Villa están categorizados como un Refugio de Vida Silvestre, ocupando 263.27 hectáreas, y forman parte del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sinanpe).
A pesar de su estatus de protección, Los Pantanos de Villa enfrentan graves problemas ambientales. Entre los más significativos están:
Residuos de construcción y demolición: A pesar de estar prohibido, se han detectado áreas degradadas en Los Pantanos de Villa, especialmente en la Zona de Reglamentación Especial, debido al abandono de residuos de construcción y demolición. Esta mala práctica afecta negativamente la calidad del agua, suelo, aire, flora y fauna de la zona.
Residuos sólidos domésticos: La disposición incorrecta de residuos sólidos también es un problema persistente en Los Pantanos de Villa, especialmente en áreas como Villa Baja y el canal Horticultores. Estos residuos contaminan el ecosistema, afectando tanto al ambiente como a la salud de la población local.
Quema de cableado para obtención de cobre: Esta actividad informal, que es ilegal según las normas locales, se realiza de manera regular en la zona, emitiendo contaminantes peligrosos al aire. La falta de identificación de los responsables dificulta la toma de acciones efectivas.
Vertimiento de aguas residuales domésticas: Este es otro problema crítico en Los Pantanos de Villa. Estudios recientes han revelado que las aguas residuales domésticas se vierten sin tratamiento adecuado en diversos puntos del refugio, superando los Estándares de Calidad de Agua en varios parámetros. Esta contaminación amenaza la biodiversidad del humedal y la salud pública.
Ante estas problemáticas, la ciudadanía ha presentado denuncias al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) desde 2019, dirigidas principalmente a los problemas de residuos de construcción, residuos sólidos y la quema de cableado. Estas denuncias han llevado a que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental inicie diligencias preliminares, pero los problemas persisten.
¿Qué buscamos en este caso?
Para abordar los problemas de los residuos de construcción y demolición, se recomienda fortalecer la fiscalización de las municipalidades distritales para asegurar la disposición adecuada de estos residuos. Además, es necesario definir responsabilidades claras para la recuperación de áreas degradadas cuando el causante es desconocido.
En cuanto a los residuos sólidos domésticos, es esencial mejorar la gestión de residuos por parte de la Municipalidad Distrital de Chorrillos, que debe priorizar la limpieza en zonas críticas. Asimismo, se debe reforzar la fiscalización de la quema de cableado y sancionar a los responsables.
Para enfrentar el vertimiento de aguas residuales, es fundamental realizar un censo para identificar viviendas con saneamiento inadecuado y conexiones clandestinas. También se sugiere que Prohvilla y el Sernanp fortalezcan sus mecanismos de control y monitoreo, en coordinación con la Autoridad Nacional del Agua y Sedapal.
Finalmente, es crucial sensibilizar a la ciudadanía sobre los impactos ambientales de estas prácticas ilegales e informales. Se deben impulsar campañas de educación ambiental y limpieza, especialmente dirigidas a niños, jóvenes y la comunidad en general.
Hacemos un llamado a las entidades del Estado para que, de manera coordinada, ejecuten las acciones necesarias para proteger Los Pantanos de Villa, considerando su valor ecológico y los servicios ecosistémicos que brindan.